Dejemos antes de empezar unas consideraciones:
- Las grandes productoras siguen focalizando sus esfuerzos en rentabilizar su producciones por encima de todo
- Es un hecho que la gran mayoría de producciones se han centrado a lo largo de los años en protagonistas blancos cis heteros ergo que llegue la diversidad en las producciones es importante
- Existe una gran parte del público que por el factor nostalgia rechaza innovaciones en re-imaginación de clásicos sin particularmente ser racista, xenofoba, misogina, homofobica…
Y ahora sí, comienzo con la entrada
Productoras y estudios
No voy a mentir, sé que es muy probable que las grandes productoras y estudios sigan gobernadas por las mismas mentes que años atrás ya se vendían a lo que pedía la sociedad de la época y el dinero era quien llevaba la batuta.
Pero estas codiciosas intenciones no tienen que desvirtuar el hecho de que se hagan más películas inclusivas y que se trate de normalizar la inclusión de minorías y diferentes tipos de personas en papeles que antes parecían reservados exclusivamente a las clases aceptadas socialmente.
Incluso dentro de estas mega producciones gobernadas por mentes malvadas hay personas que trabajan con ilusión y que realmente defienden ese cambio. No debemos condenar una producción por las pretensiones oscuras reales de quienes la dirigen si es que son tales.
El gran público
Twitter se ha convertido en el campo de batalla de 2 bandos, los que aceptan la llegada de producciones que incluyen a personajes protagonistas que provienen de minorías, y luego están los que rechazan sistematicamente estas películas por diferentes razones y dentro de este grupo podemos diferenciar 2 subgrupos:
- los que rechazan estas películas porque consciente o inconscientemente son en algún grado personas: misóginas, o racistas, o xenófobas u homofóbicas.
- Los que lo rechazan cuando se trata de una adaptación de una de sus películas, libros o series favoritas y simplemente quieren que los personajes sean lo más fieles a lo que ellos consideran el material «original». Estas personas no se quejan de que la sirenita sea negra porque sean racistas, es que se quejarían de que fuese castaña y no pelirroja incluso si fuese blanca. Simplemente se esperaban una adaptación a actores reales con un elenco que fuese fiel al aspecto de los originales.
Es evidente que con los primeros no merece la pena que haya debate, hay simplemente un problema de base y si se niegan a reconocerlo requieren de ayuda y educación. No hay otra opción más que ser pacientes y aunque digan aquello «es que lo hacen por la pasta» hay que recordar que las películas que tanto les gustan también se hacen con fines comerciales.
Para los segundos, es más comprensible que la nostalgia haga que se dejen llevar y rechacen estas producciones, pero hay que tener en cuenta 2 elementos. El primero es que estas producciones no tienen por qué estar realizadas con ellos en mente como público objetivo, tenemos que tener en cuenta que hay muchos jóvenes que no han disfrutado del clásico animado de la sirenita y otros tantos que han recibido sus adaptaciones, por ello puede que esta nueva adaptación sea su clásico, la forma en la que ellos verán y querrán a la sirenita y es por eso que deberíamos ser tolerantes con las reinterpretaciones. Y de aquí pasamos a la segunda razón: a los de la vieja escuela siempre nos quedarán las versiones que vimos en la infancia en versión animada y nadie nos las quita…
El futuro del cine
Las nuevas generaciones deben crecer dando por hecho que es normal que una película tenga un personaje gay, trans, de cualquier color, que sea mujer u hombre… que no pongan el grito en el cielo porque sean personajes a los que no están acostumbrados a ver en esos papeles. Esto queda claro cuando vemos a adultos actuales escandalizarse por un beso gay en una película infantil, por un personaje femenino con carácter o por una adaptación que da protagonismo a una actriz negra.
Y eso de lo que tanto se quejan, de que esta metido a la fuerza, que es un tema de agenda política, dejara de serlo así cuando esas personas que se escandalizan dejen de hacerlo y lo vean como algo tan normal como el típico personaje blanco cis hetero.